jueves, 27 de noviembre de 2014



ORACIÓN A SAN ANTONIO
PARA RECUPERAR OBJETOS PERDIDOS

San Antonio, perfecto imitador de Cristo, que recibiste de Dios el poder especial de encontrar objetos perdidos, concédeme que encuentre (haga aquí su petición) lo que se ha perdido. Por lo menos restaura en mí la paz y la tranquilidad de mente, cuya pérdida me ha afectado más que la pérdida material.

A esta petición añado otra: que siempre me encuentre en posesión del bien verdadero, que es Dios. Permite que pierda cualquier cosa antes que perder a Dios, mi supremo bien. No permitas que sufra la pérdida del más grande tesoro, la vida eterna con Dios. Amén.


ORACIÓN A SAN JOSÉ ANTE UNA NECESIDAD


Venimos a ti, Oh bendito José, en nuestro dolor. Después de haber buscado la ayuda de tu bendita esposa, ahora imploramos confiadamente tu ayuda también. Humildemente te pedimos que, teniendo en cuenta el afecto que tuviste a la Virgen Inmaculada Madre de Dios, y del amor paternal que tuviste al niño Jesús, mires amorosamente la herencia que dejó el Señor Jesús por su sangre, y por tu intercesión poderosa nos ayudes en esta necesidad urgente.


Guardián prudente de la Familia Santa, protege a las personas escogidas por el Señor; mantén lejos de nosotros, Padre prudente, todo error y pecado. desde tu lugar en el cielo ven en nuestra ayuda en este conflicto con los poderes de oscuridad, y así como en antaño protegiste al Niño Jesús del peligro de la muerte, defiende ahora a la Iglesia santa de las trampas del enemigo y de toda adversidad.


Extiende a cada uno de nosotros tu incesante protección, por tu ejemplo podamos vivir y morir en santidad obtennos la felicidad eterna en cielo. Amén.




ORACIÓN A SAN FRANCISCO DE ASÍS

Señor, hazme instrumento de paz:
donde hay odio, que yo siembre el amor;
donde hay injuria, el perdón;
donde hay duda, la fe;
donde hay desesperación, la esperanza;
donde hay tinieblas, la luz;
y donde hay tristeza, la alegría.

Oh Maestro Divino, concédeme
que yo no busque tanto ser consolado como consolar;
tanto el ser comprendido, como comprender;
tanto el ser amado como el amar;
porque dando es como recibimos,
perdonando es como somos perdonados,
muriendo es como nacemos a la vida eterna.